¿Esto que me pasa es normal? La diferencia entre lo normal y lo patológico en psicología.
07 de noviembre 2022
Muchas veces las personas que acuden a consulta formulan preguntas del tipo: “¿Esto que me pasa es normal? ¿Le pasa a más gente? ¿Significa que estoy loco/a?”
Es comprensible que cuando una persona acude a un profesional de la salud por una dolencia quiera saber, y está en su derecho a ser informada, sobre aquello que le ocurre. Saber da algo de tranquilidad, porque podemos nombrar el problema, acotarlo con palabras y empezar a pensar en una posible solución.
Sin embargo, es curioso que cuando se trata de cualquier otro tipo de dolencia que no sea psicológica, no solemos preguntarnos si lo que nos pasa es “normal”. Habitualmente, si tenemos un flemón por una caries no nos preguntamos si es normal que nos duela, o si tenemos un hueso roto, no nos preguntamos si es normal que se inflame. Son cosas que se pueden ver, tocar, manejar, y que más allá del cuerpo, no implica nada a un nivel personal. En cambio, los problemas psicológicos no son visibles ni tangibles. Ocurren en el área más privada de nuestro ser, nuestra mente. Y no tenemos la misma cultura ni la misma información sobre cómo abordarlos, como sí la tenemos cuando nos pasan otras cosas tan mundanas como un moratón, un corte, una gripe o un resfriado.
Además, el sufrimiento en el área psicológica es algo que tiene otras implicaciones culturales. Durante mucho tiempo, los problemas psicológicos y emocionales, han permanecido en el imaginario colectivo asociados a una imagen terrible de la locura y la enfermedad mental. En libros, series y películas, se ha creado la imagen del loco, del enfermo mental, como un ser peligroso, impredecible y marginado en manicomios. Cualquiera querría evitar aproximarse a algo así. Obviamente, esto no tiene nada que ver con la realidad, y sí con una imagen anticuada y distorsionada. Sin embargo, esto ha provocado un tabú, un temor a abordar los problemas psicológicos que, por fortuna, estamos empezando a superar como sociedad.
Pero, ¿Qué es lo normal? ¿Qué es lo patológico?
Muchos autores, entre otros Michel Foucault con su “Historia de la locura” o Jean Bergeret con su libro “La personalidad normal y patológica”, han reflexionado sobre esta cuestión. Incluso las principales organizaciones internacionales de psiquiatría y psicología, mantienen un debate abierto sobre los manuales diagnósticos a la hora de catalogar qué se considera normal, y qué una patología.
Lo que estos autores señalan es que lo que se considera normal, es una construcción social. Es decir, que el conjunto de individuos que componen una sociedad, son los que deciden qué es normal y qué no lo es. Hubo un tiempo en que cosas que antes no se consideraban normales, hoy en día sí lo son. Cosas que antes eran consideradas patológicas, como la homosexualidad o que las mujeres accediesen a estudios superiores, afortunadamente hoy en día vemos que ya no lo son. Incluso si lo pensamos, dentro de cada casa y de cada familia, hay cosas consideradas “normales” y cosas que no lo son. Si un amigo o un pariente nos invita a su casa, veremos que tiene pequeñas costumbres o detalles que para ellos son “normales”, y que para nosotros pueden no serlo. Y esto es incluso más fácil de ver si nos vamos a otro país, donde las costumbres que allí son perfectamente normales e integradas, nos pueden parecer raras y extrañas, y viceversa si alguien viene a visitar nuestro país.
Pero, ¿qué es entonces lo que podemos considerar patológico en psicología?
La palabra patológico es de origen griego. “Pathos” significa enfermedad o padecer. “Logia” que significa estudio. Por tanto, es el estudio del sufrimiento en el área psicológica. En ese sentido, cuando a una persona le ocurre algo que le produce sufrimiento, ya sea una tristeza, o una ansiedad, ya sea una angustia o una fobia, es normal que esto le afecte, que le duela y que quiera hacer algo para que deje de doler.
¿En qué momento se considera un problema que requiere atención de un profesional?
Realmente el momento lo decide la persona. A cualquiera nos puede ocurrir algo que nos genere sufrimiento. La cuestión es si ese sufrimiento lo podemos manejar, o se nos va de las manos. O bien si queremos ayuda profesional para abordarlo y no sufrir tanto.
En resumen, que a veces nos pasen cosas por las que podamos tener algún sufrimiento psicológico o emocional es normal. Consultar con un profesional de la psicología, también, igual que consultaríamos con el profesional de cualquier otra dolencia, ya sea un dentista, un traumatólogo o un endocrino.
Son muchas las razones por las que se puede recurrir a la ayuda de un psicólogo. Los problemas familiares, el estrés diario o la inestabilidad laboral, pueden ser algunos de los muchos motivos por los que podríamos consultar con un psicólogo.
Pero también se puede recurrir a la ayuda profesional de un psicólogo para mejorar en nuestro día a día, potenciar nuestras capacidades y saber más sobre nosotros mismos.
En Psicólogos Tetuán contamos con un equipo altamente cualificado, cuyos servicios se distinguen por una evaluación precisa, un diagnóstico cuidado y un tratamiento ajustado a las necesidades de cada persona.
Desde Psicólogos Tetuán buscamos crear el espacio que permita a la persona encontrar un sentido a su dolor, y dar una salida constructiva y manejable a su sufrimiento. La manera de producir este cambio, esta novedad o diferencia, es a través de la aceptación de que existe un conflicto, lo cual permitirá iniciar un trabajo sobre él mismo con acción transformadora.